domingo, 22 de abril de 2012

ART NOUVEAU, Ruta del modernismo






Existen diversos ejemplos de viajeros, los que demandan la original naturaleza, hay otros que investigan las diferencias que ofrecen las culturas, otros que buscan acontecimientos que se dan en determinadas fechas y aquellos que se enamoran de la arquitectura del lugar. Si somos de aquellos que vamos mirando hacia arriba y los detalles de cada obra arquitectónica, como si en otra vida hubiéramos sido arquitectos, seguro que varias veces hemos quedado enamorados de edificios de estilo Art Nouveau. 



El Art Nouveau o arte nuevo surgió en Francia a finales del siglo XIX y trascendió hasta las primeras décadas del siglo XX. Buscaba crear un arte diferente al que estaba acostumbrada la población de la época, y resaltó notablemente en la arquitectura; pero también se hizo presente en otras artes como el diseño gráfico y el de objetos de uso diario como los muebles, lámparas, vidrio, telas, herrajes, cerámica, joyas, entre otros.


Este movimiento debe su nombre a la exposición que realizó Munch en la galería parisina “La maison del Art Nouveau”. Se extendió rápidamente por Europa y América, por lo que es llamado por diversos nombres según el país: en Bélgica y Francia es llamado “Art Nouveau”, en Inglaterra “Modern Style”, en Italia  “Floreale”, en Alemania “Jugendstil”, en Austria “Sezession” y en España y América es conocido como “Modernismo”.

Este nuevo estilo se caracteriza por su inspiración en la naturaleza, formas orgánicas, el uso de imágenes femeninas, líneas onduladas, ornamentos florales y por darle un valor estético a los objetos más comunes.




El Art Nouveau le dio un cambio a la joyería de la época, que seguía utilizando el estilo “Isabelino”. Ahora se empleaba el esmaltado, ópalos, piedras semipreciosas, y se había creado un interés por el arte japonés. Además se pretendía dejar de ver a las joyas como simples objetos; por lo que el trabajo de los joyeros consistía en crear diseños artísticos para obtener una joya-arte.





                                                                                            


                                                    Joya Art Nouveau-Firelly


Las joyas modernistas están hechas con hierro, cobre, plata, cristal, vidrio, ámbar, marfil, piedras de colores, y son muy pocas las que llevan diamantes, pues lo que se busca es resaltar el valor artístico de la joya.
Entre los representantes de este nuevo movimiento se encuentran: Louis Gautrait, Durand-Leriche, Henri Teterger, Henri beber, Eugène Tourrete, Luis Masriera y los talleres de Fleuret y Marcel Bing, Bucheron, Després, Fouquet, pero quien le dio inició fue el joyero francés, René Lalique, quien hizo predominar a la naturaleza en cada una de sus piezas.
   

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